Un almacén de tránsito es una instalación logística que está acondicionada únicamente para la recepción y expedición rápida de productos de forma temporal. Estos almacenes se utilizan para recorrer mayores distancias o cuando el transporte requiere de varios días para llegar a su destino.
La función principal de un almacén de tránsito es la de alojar temporalmente la mercancía (conocida como stock en tránsito) a la espera de ser expedida hacia otros almacenes de la compañía o puntos de venta a los que da soporte.
En estos almacenes es muy probable que la mercancía no se deposite en racks, los productos se dejan directamente sobre el suelo para efectuar las operaciones de recepción y expedición; es así que un almacén de tránsito es más económico que un almacén trádicional.
El elevado tránsito de mercancía es una de las características más notables de este tipo de almacenes, ya que el stock no permanece en el almacén durante mucho tiempo.
Otra característica que los hace especiales, es la ubicación del almacén. Suele hacerse uso de ellos cuando la distancia entre el centro logístico de origen y el destino supera un día de tránsito. Es por ello que están situados en zonas geográficas estratégicas, perfectamente comunicadas y siempre entre el almacén principal y un almacén regional o el cliente final.
El requisito indispensable a la hora de diseñar un almacén de tránsito está ligado a la agilidad y la fluidez de movimientos de la mercancía. Los almacenes de tránsito son centros en los que muy raramente se hace picking y cuyo ritmo de recepción y expedición de mercancía es muy elevado.
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